Autor: JOREM.
Uno de los eventos más emblemáticos de la historia de Ciro «El grande» fue la toma de Babilonia. El imperio Neobabilónico por aquel entonces uno de los más poderosos del mundo, fue conquistado de una manera rápida por Ciro y sus tropas.
Se cuentan muchas historias en diversas fuentes de cómo se llevó a cabo esta conquista, todas las versiones coinciden que el último rey del imperio neobabilónico, Nabonido (también conocido como Nabónido) se encontraba en el Oasis de Taima por motivos que hasta nuestros días son inciertos (aunque han surgido numerosas hipótesis). Lo cierto es que el hijo de Nabonido, Belsasar se encontraba en el trono de Babilonia como regente.
La Crónica de Nabonido cuenta que tras enterarse de la amenaza persa, Nabonido vuelve a Babilonia y busca enfrentar a Ciro en el otoño del 539 antes de nuestra era, en la famosa batalla de Opis. En donde el ejercito babilonio es derrotado fácilmente y Nabonido es tomado prisionero. El destino del antiguo gobernante no está claro, se cree que fue asesinado mientras que otras versiones posteriores afirman que fue exiliado.
Según las crónicas mesopotámicas y el famoso cilindro de Ciro la ciudad fue tomada de manera pacífica sin librarse ninguna batalla.
Mientras que, según Heródoto, Jenofonte y el texto judeocristiano de Daniel, La ciudad fue tomada en una noche. La estrategia persa consistía en excavar trincheras río arriba y desviar el cauce del Éufrates que atravesaba la ciudad. Cuando el nivel del agua descendió durante la noche esta llegaba hasta las rodillas de los soldados persas, quienes atravesaron las puertas de la ciudad con sigilo esperando la reacción del ejercito Babilonio. Per el ejército babilonio nunca apareció, ya que se estaba llevando a cabo una fiesta en la ciudad y la seguridad no estaba correctamente ubicada. Babilonia fue conquistada y en el proceso el regente Belsasar fue asesinado.
Sea como fuera el caso, el 12 de octubre del 539 antes de nuestra era, Ciro entra en Babilonia siendo recibido como un libertador ya que Nabonido había dejado a un lado el culto a la deidad principal de la ciudad, Marduk y la había reemplazado por la divinidad lunar Sin. (Nabonido era devoto a esta deidad por influencia de su madre)
La clase Sacerdotal de Babilonia recibió con brazos abiertos al persa. Todo esto se puede constatar en el Cilindro de Ciro, del cual no se sabe quién es el autor.
Frecuentemente se considera que fue escrito o mandado a escribir por el propio Ciro, pero otras hipótesis afirman que en el se evidencian los esfuerzos de la clase sacerdotal por legitimar la conquista del nuevo soberano enviado por Marduk para reestablecer su correcto culto.
El Cilindro fue depositado en las bases del templo principal de la ciudad, el llamado Esagila. En el Cilindro, Ciro es considerado como rey de Babilonia, de Sumer y Acad y rey de las cuatro esquinas del mundo.
Con la conquista del imperio neobabilónico, Ciro se hizo con el control de Fenicia, Siria, Judea y sectores específicos de Arabia. Siendo tolerante con los pueblos conquistados y permitiendo sus propios cultos religiosos. El caso de los judíos es muy relevante puesto que les permitió su retorno a Judea, contribuyendo además, al restablecimiento de Jerusalén y la reconstrucción del templo.
Proyecto Babilonia 